Arrancamos el tercer y último año de trabajo de la LXIV Legislatura del Congreso de Guanajuato

Agradezco a Dios y al Partido Verde por tener la oportunidad de ser parte de un momento que pasará a la historia, por ser la primera vez que la sesión Solemne de Apertura y casi un año de sesiones, reuniones y trabajo se ha realizado de manera virtual por la pandemia de COVID19. 

Este último año es la oportunidad de cambiar lo que se está haciendo mal, no podemos permitir más que esta soberanía sea cómplice de las malas acciones del Gobierno de Guanajuato, tenemos que corregir el rumbo antes del naufragio. 

Por años y comandados por una mayoría indolente que se asume como una oficina más del Gobernador, se ha permitido que esta Asamblea sea solo un gran tumor, alimentándose del trabajo del personal institucional y los asesores; solo focas aplaudidoras en eventos públicos, ¡YA NO MÁS!

Espero ver las acciones con las que vamos a acompañar las promesas que hemos hecho en tribuna; que mostremos nuestro interés con hechos reales; que al hablar de diálogo lo respaldemos con apertura y sensatez; que si mencionamos parlamento abierto, oigamos todas las voces sin cortapisas y sin simulaciones; que si decimos que trabajamos para todos, entonces hagamos de nuestras leyes el reflejo de las necesidades de las y los guanajuatenses y no solo las que convienen a nuestros partidos o los intereses de ciertos grupos.

Por supuesto, no todo es malo, hay muchos logros y muy destacables del Congreso del Estado de Guanajuato, pero lo que nos ha posicionado y nos posiciona como un Congreso a la vanguardia es el trabajo incansable del personal institucional y de quienes prestan sus servicios para las representaciones y grupos parlamentarios, a ellos otorgo todo mi reconocimiento y respeto por siempre. 

Confío en que, en este último año, prioricemos el interés general, la voz de quienes no la tienen, el mayor beneficio, antes de nuestros Partidos, de nuestros egos, de las calenturas electorales.

Si hemos de hacer frente común por Guanajuato, hagámoslo. Si hay que respaldar a nuestro Gobernador constitucional, no lo dudemos; el enemigo a vencer no somos los partidos, o las instituciones y los servidores públicos que las conforman, nuestro enemigo es el crimen organizado, la apatía ciudadana, el tejido social roto, la niñez robada, la pobreza, malos servicios públicos, la inseguridad y todo aquello que nos roba la capacidad de evolucionar como sociedad y como personas.

No retrasemos más trabajar con la madurez política que las circunstancias requieren, como antaño, construyamos una nueva patria, hagamos realidad la disminución de las brechas de desigualdad, el bienestar generalizado y las oportunidades reales en todos los rincones de Guanajuato.

Vanessa Sánchez Cordero
Diputada Local

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