COMUNICADO

Desde el 2017, el Partido Verde Ecologista en el estado de Guanajuato ha advertido de la inviabilidad del proyecto de abastecimiento de agua a través del acueducto Zapotillo-León.

Desde el planteamiento de la presa ‘El Zapotillo’, esta se ha visto envuelta en una serie de batallas legales y amparos, desde controversias legales en los procesos de licitación hasta amparos generados por poblaciones en riesgo de ser desplazados. 

Las problemáticas que plagaban el proyecto desde un inicio fueron un claro indicador de la necesidad de que el gobierno municipal de León y el gobierno del estado de Guanajuato generaran alternativas para garantizar la seguridad hídrica de la ciudad más poblada de nuestra entidad. 

El Partido Verde en Guanajuato ha sido claro en este tema. 

En 2017, Carlos Chacón señaló que para traer agua a León sería necesario despojar de sus tierras e inundar las comunidades de Temacapulín, Acasio y Palmarejo.

Desde la administración municipal de León en 2015-2018, Sergio Contreras ha insistido en la necesidad de explorar alternativas y no depender en un proyecto plagado de intereses políticos. 

Hoy se vuelven realidad los peores escenarios para la población de León, y los tres niveles de gobierno han reaccionado como si la situación no se hubiese podido prever. La falta de visión, las malas gestiones municipales, estatales y federales; así como la negativa del gobierno municipal para buscar alternativas, es lo que hoy pone a más de 1.7 millones de personas en riesgo de quedarse sin agua.

Las alternativas existen, ya sea explorar modificaciones en el convenio Lerma-Chapala y traer agua de la presa Solís.

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