Corresponde gratamente a la raza humana proteger el medio ambiente y promover, para futuras generaciones, el desarrollo sostenible que todas las elecciones que tomemos sean conscientes porque serán importantes y reducirán el impacto climático.
La conciencia ambiental es gastar nuestra libertad en decidir el consumo y nuestros hábitos cotidianos, eligiendo correctamente lo conveniente para los ecosistemas:
El sistema biológico está constituido por una comunidad de seres vivos y el medio natural en que viven son ecosistemas terrestres que pueden describirse como ecosistemas de zonas tan reducidas como los charcos de marea de las rocas y tan extensas como un bosque completo, no siendo posible determinar con exactitud, hasta hoy, dónde termina un ecosistema y empieza otro.
La importancia de la conciencia ambiental parte en las decisiones que diariamente toma la raza humana y desafortunadamente, dañan al medio ambiente, degradándolo y exponiendo perjudicialmente la salud y seguridad a largo plazo de los ecosistemas, de los animales y de la misma raza humana.
El estilo de vida y la sociedad de consumo son los artefactos adquiridos y en su depósito final llegan a convertirse en obsoletos. Este sistema comienza desde la extracción de materiales (tala, excavación y explotación de recursos), en las últimas 3 décadas consumimos un tercio de los recursos del planeta, el 40% de agua no es potable. La producción de lo extraído, mezclándose con más 100 mil químicos sintéticos sin saber los impactos sinérgicos (la relación que hay con otros químicos a los que estamos expuestos), y llevamos a nuestra vida químicos tóxicos.
Los trabajadores de fábricas son los que reciben la mayor cantidad de tóxicos y son millones de personas que diariamente se trasladan en auto y en trasporte público, depreciando la calidad del aire. El producto y su distribución, se paga con la pérdida de recursos naturales, con la contaminación de aire, con las múltiples enfermedades que afrontamos.
Los materiales que son extraídos, producidos y comercializados se convierten en basura en aproximadamente 6 meses, la publicidad y mercadotecnia nos hacen sentir infelices con lo que tenemos y vuelven tendenciosos los productos del mercado. Y finalmente todo se va para la basura, generando mínimo 2 kilos de basura por persona cada semana, contaminando suelo, aire y agua, generando nuevos tóxicos y los incineradores son los más contaminantes con dioxinas.
Las dioxinas son un grupo de compuestos químicos que devienen contaminantes ambientales persistentes, encontrándose por todo el mundo, acumulándose principalmente en la cadena alimentaria y en el tejido adiposo de los animales por su solubilidad en la grasa, siendo los productos carnosos los que mayormente contribuyen a la ingesta de dioxinas por los humanos.
El aumento de las emisiones de gases efecto invernadero provocaron un aumento de la temperatura global, generando gases contaminantes del aire, la tierra y el agua, afectando directamente la calidad de los alimentos y como consecuencia salubre, obtenemos una ingestión tóxica y mala calidad del aire.
La deforestación trae enormes consecuencias, con menos árboles, se aumentaron las temperaturas globales, generando huracanes, sequías, inundaciones, incendios forestales y riesgos para el hábitat de especies de mamíferos terrestres y marinos. Los árboles absorben el CO2 removiendo y almacenando el carbono al tiempo que liberan oxígeno al aire.
Crear conciencia ambiental es adaptar hábitos en nuestro estilo vida, principalmente la relación de consumo-material-degradación-producción, es decir, conocer los elementos que consumimos, el impacto temporal de degradación de desechos, el impacto ambiental producido al crear un producto o desechar el mismo, siempre con el objetivo de respetar la naturaleza. Debemos consumir menos, enseñar a las nuevas generaciones a respetar la naturaleza, utilizar medios de transporte como bicicleta y menos contaminantes; evitar la frecuencia de transportes contaminantes, reutilizar productos, evitar comer canes por las grandes cantidades de metano, comer más vegetales. Llevar servilleta a la tortillería, llevar bolsa al supermercado, envase para bebidas a establecimientos, reuniones virtuales cuando haya de por medio trayectos a distancia y reducir el uso de transportes contaminantes; utilizar energías renovables, producir ciclo cerrado, vías renovables, iluminacion led, adquirir electrodomésticos que sean de bajo consumo, cerrar llaves, separar basura.
Amemos la naturaleza y mejoremos nuestros hábitos para conservar el medio ambiente, pensemos de forma sostenible y garanticemos a futuras generaciones este gran planeta.
Busquemos ser felices en este tiempo sin tanto consumismo, se nos enseña desde la cuna a luchar por más y ser mejor. Tenemos la libertad de elegir sabiendo que mi decisión cambiará al mundo y al planeta y traerá como consecuencia un mejor futuro.

Secretaria de la Mujer