La cultura, en sentido amplio, la podemos entender como el conjunto de normas, creencias, ideales, costumbres y símbolos que construyen la identidad de una comunidad en un lugar y tiempo determinado. Y es a partir de la combinación de estos elementos, sus dinámicas, experiencias y aspiraciones que se forma la representación de una sociedad.
Respecto a la política, en términos generales podemos interpretarla como el conjunto de acciones humanas que se relacionan con actividades del Estado. O bien, como la institución que rige a los individuos que conforman un grupo social en un territorio específico, sobre los cuales le corresponde legislar, extraer y distribuir recursos. De manera complementaria, Platón aporta que la política, además, trata de definir la esencia de las virtudes cívicas fundamentales que presentan el conocimiento del bien como la esencia de toda virtud (Jaeger, 1980).
En este orden de ideas, es posible afirmar que la cultura política se integra a partir del conjunto de valores, percepciones, creencias, símbolos y costumbres relacionadas con el Estado en sus diferentes dimensiones y procesos en los que intervienen sus componentes y actores. De manera más específica, la maestra Peschard, define a la cultura política como los valores, concepciones y actitudes que se orientan hacia el ámbito específicamente político, es decir, configura la percepción subjetiva que tiene la población respecto del poder. (IFE, s.f.)
Ahora bien, otro elemento esencial que aporta decisivamente a la conformación de una cultura política es el civismo, el cual, desde una perspectiva normativa, se refiere al modo en el que deberían actuar las y los ciudadanos en una democracia y en un régimen político determinado, esperando que el ciudadano sea parte activa de la política y se involucre en ella (IECDMX, 2019).
Este concepto supone conservar permanentemente la discusión acerca de los fines colectivos, la preocupación por el bienestar general, el vínculo entre nuestra existencia individual y nuestra comunidad, la conciencia de nuestros compromisos con nuestros conciudadanos, entre otros aspectos determinantes para el sistema democrático (IDEHPUCP, 2013).
En ese sentido y dada la relevancia que tiene la cultura política para la consolidación de la democracia, el análisis del tema merece especial atención, puesto que es a partir del conocimiento de los valores, creencias, convicciones y conductas de los ciudadanos en una sociedad determinada que se puede comprender e incidir en la posibilidad de construir y garantizar la consolidación de un sistema democrático (IFE, s.f.)
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020 (ENCUCI), la cual centra su objetivo general en identificar el conjunto de creencias, valores, actitudes y prácticas que estructuran y modelan la relación de las personas de 15 años y más con el poder público, con diferentes formas asociativas y con otros individuos, así como el sentido de pertenencia y el reconocimiento de derechos y obligaciones como ciudadano mexicano.
De manera particular, el instrumento pretende conocer:
1.- El sentido de pertenencia a una comunidad
2.- El reconocimiento de derechos cívicos, sociales, económicos y culturales.
3.- El reconocimiento de obligaciones.
4.- El reconocimiento y uso de los procedimientos constitucionalmente establecidos para la convivencia
5.- El reconocimiento y confianza en las instituciones constitucionalmente establecidas. 6.- Los niveles de confianza interpersonal.
7.- El tipo y frecuencia de participación política y social para el fortalecimiento y expansión de derechos cívicos, sociales, económicos y culturales.
8.- La percepción y confianza en los procedimientos e instituciones democráticas.
Con relación a los bloques conceptuales, la encuesta contempla 7 apartados que desglosan las temáticas relacionadas con los objetivos planteados, por lo que a continuación se destacan algunas reflexiones importantes:
En cuanto al apartado del interés y conocimiento sobre asuntos públicos y democracia se abordan 4 rubros:
- Sentido de arraigo, pertenencia e identidad.
- Conocimiento e interés en la política y problemas de la comunidad
- Prácticas o hábitos cívicos
- Valoración de la democracia
En el rubro sobre el sentido de arraigo, pertenencia e identidad, destaca que a nivel nacional 89.7% de la población de 60 años y más, se siente muy orgulloso de ser mexicano, mientras que de la población de 20 a 29 años solo el 84.7%. Además, 80.1% del primer segmento se siente muy identificado con el lugar donde vive mientras que sólo el 67.6%, del segundo segmento lo siente. Esto pudiera evidenciar que, para las nuevas generaciones, no existe una profunda identificación con el lugar donde desarrollan su vida, como lo es para las personas adultas mayores, pues hoy es más común el desplazamiento por cuestiones laborales o personales.
Respecto a los problemas en la comunidad, 84.7% de la población de 15 años y más identificó que en su colonia han tenido problemas de infraestructura, seguridad, servicios educativos y de salud, siendo la falta de alumbrado, agua y baches las de mayor relevancia con poco más del 70% de las menciones. De igual forma, cerca del 98% de la misma población refiere estar enterada de los problemas de su comunidad, enterándose mayormente por la comunicación personal en el entorno de la vivienda, platicando con la familia o por redes sociales. Cabe precisar que cerca del 30% señaló utilizar este último medio, mientras que sólo el 15% refirió a la televisión como medio informativo.
De los datos expuestos cabe resaltar el alto nivel de información que tienen las personas respecto a los problemas de su colonia y la forma de informarse sobre estos asuntos, ya que la convivencia e interacción vecinal es fundamental para construir un tejido social consistente que proyecte externalidades positivas a la comunidad.
Respecto al apartado de prácticas o hábitos cívicos, aproximadamente el 56% de la población de 15 años y más manifestó estar muy interesada o preocupada por los asuntos del país, destacando una mayor preocupación por las mujeres con 58.9% contra el 52.5% de los hombres. Del total de esta población cerca del 74% se informa de estos asuntos por medio de la televisión, un 44.7% por redes sociales digitales, 22.2% por internet y 21.9% por la radio.
Con relación a los problemas del país, la mayoría de la población se encuentra muy interesada y preocupada y se informan de estos mayormente por la televisión y redes
sociales. Este porcentaje mayoritario si bien es cierto, denota cierto involucramiento con la problemática nacional, dista mucho de los altos niveles de conocimiento respecto a los problemas locales, por lo que se vuelve necesario una mejor socialización de los temas de interés nacional para favorecer la empatía y la solidaridad ente todas las personas mexicanas, ya que lo que afecta a unos, afecta a todos.
Dentro de los principales problemas del país identificados por la población de 15 años y más, destacan la corrupción con 54.6%, la pobreza con 53.1%, la inseguridad o delincuencia con 50.4%, el desempleo con 49.6% y el mal desempeño del gobierno con poco más del 24%.
Otro análisis interesante muestra que para los hombres de 15 años y más que declararon estar muy interesados o preocupados por los asuntos del país, cerca del 59% opina que la corrupción es el problema más importante del país en contraste con el 51% de las mujeres. Asimismo, contrasta de la misma forma que la pobreza tiene una mayor relevancia para el mismo grupo de las mujeres con 55.2% mientras que para los hombres solo el 50.6%.
Resalta esta priorización de la problemática ya que la corrupción como tal, es un concepto complejo que tiene amplias derivaciones por lo que la ruta para su solución puede no tener consenso. En el mismo sentido, la pobreza se presenta en diferentes dimensiones por lo que su trato puede incidir o no en la percepción de los esfuerzos por erradicarla. Cabe señalar que la inseguridad, si bien se encuentra representada en las primeras prioridades a resolver en el país, no se encuentra en los primeros 2 lugares lo que puede indicarnos que gran parte de la población ha ido normalizando este terrible contexto que amenaza las libertades de todas las personas.
Con relación a la inclinación democrática, el 62% de la población de 15 años y más, declaró estar muy de acuerdo con la idea de que para gobernar un país se requiere de un gobierno donde todos participen en la toma de decisiones, mientras que sólo el 41.5% lo hizo a favor de un gobierno encabezado por un líder político fuerte y el 16.6% mostró simpatía por un gobierno encabezado por militares.
A partir de estas respuestas, podemos afirmar que la democracia continúa siendo la opción preferida de la población como forma de gobierno y preocupa el hecho de que más del 15% de las personas encuestadas muestra simpatía por un gobierno militarizado pues es ahí
donde se pueden gestar resistencias democráticas y dar cabida a expresiones políticas violentas y polarizantes. Por ello, la tarea de consolidar una cultura democrática en el país debe ser una de las prioridades en la agenda política.
En materia de percepción de inclusión en la toma de decisiones públicas, cerca del 35% de la población de 15 años y más manifestó que está muy de acuerdo con la afirmación de que en México, para la toma de decisiones, el gobierno considera las opiniones de las personas como ellos, en el mismo sentido 30.1% de la población simplemente estuvo de acuerdo. Por otro lado, cerca del 29% se manifestó muy en desacuerdo y en desacuerdo con la afirmación de tener conocimientos y habilidades para participar en política.
Aunque se reconoce por la mayoría que hay espacios para ser tomados en cuenta en las decisiones públicas, preocupa el hecho de que un tercio de la población reconoce no tener los conocimientos y habilidades para participar en política. De tal forma que la formación política de la población sigue siendo una tarea pendiente que una vez materializada, puede arrojar beneficios importantes para la sociedad mexicana.
En materia de conocimiento de la democracia, cerca del 74% de la población de 15 años y más sabe o ha escuchado lo que es la democracia, mientras que el 26% restante no. Respecto a la valoración de la democracia, el 65.2% de esta población considera que esta forma de gobierno es preferible a cualquier otra, mientras que el 16% considera que, en algunas circunstancias, un gobierno no democrático puede ser mejor. Llama la atención que para cerca del 15% da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático.
En cuanto al apartado de creencias, valores y democracia, se abordan 5 rubros:
- Confianza interpersonal e institucional.
- Tolerancia y respeto a las diferencias.
- Percepciones y experiencias de discriminación.
- Respeto a la legalidad.
- Corrupción.
En el segmento de la confianza interpersonal e institucional, el 7% de la población de 15 años y más refiere que puede confiar en la mayoría de las personas que conoce personalmente, en un grado de confianza de 0 a 3 en una escala del 1 al 10. La proporción asciende a 39.2% cuando se trata de confiar en la misma escala en los servidores públicos empleados de gobierno y a 19.9% cuando se generaliza a la mayoría de las personas.
Al respecto es importante destacar el grado de desconfianza que se tiene con relación a los funcionarios públicos pues en lo general, las personas confían en otras personas de su comunidad.
A nivel institucional, el ejército y la marina gozan de mucha confianza pues el 23.4% de la población de 15 años y más así lo manifestó. En lo concerniente a la Guardia Nacional, cerca del 21% de dicha población muestra mucha confianza siguiendo el INE con el 18.8%. En contraste sólo el 2.6% confía de la misma manera en los diputados locales y 2.7 en los federales.
Nuevamente, la falta de confianza en los representantes populares es preocupante pues esto puede afectar los niveles de participación en los procesos electorales y los niveles de participación activa de la ciudadanía en la gestión gubernamental, en especial, en los espacios dispuestos para la participación ciudadana institucionalizada.
En materia de tolerancia y respeto a las diferencias, más del 80% de la población de 15 años y más se posicionó como de acuerdo y muy de acuerdo con que alguien que piensa diferente aparezca en los medios de comunicación. Respecto a la posibilidad de rentar un cuarto a un desconocido, destacan como factores disuasivos los siguientes: fuma marihuana 71%, estuvo en la cárcel 48.7%, es inmigrante 25.4%, tiene VIH 23.7%, es gay 21.6%, es de un partido político distinto al de su preferencia 16.65.
Esta información, nos muestra que la sociedad mexicana está siendo cada vez más abierta a la diversidad y a las diferentes expresiones sociales, aunque subsisten prejuicios que conforman una serie de obstáculos que debemos ir superando para lograr una sociedad cada día más justa e incluyente.
Respecto a las percepciones y experiencias de discriminación, cerca del 87% de la población de 15 años está muy de acuerdo con que los hombres y las mujeres deben tener las mismas oportunidades de participar en todas las áreas de gobierno. En contraste el 19.7% de la misma población está de acuerdo y muy de acuerdo en que los hombres están mejor calificados para ser líderes políticos que las mujeres.
De lo anterior es posible identificar como a nivel de discurso podemos alcanzar altos niveles de igualdad entre hombre y mujeres, sin embargo, en la realidad, ha costado mucho trabajo y esfuerzo equilibrar la balanza de las oportunidades y asegurar espacios de representación para la toma de decisiones para las mujeres como lo muestra el segundo resultado, en el 20% aún subsiste la idea de cierta superioridad de los hombres respecto al liderazgo político.
En cuanto al respeto a la legalidad, el 44.3% de la población de 15 años y más manifestó que en México se respetan poco las leyes, seguido de un 16.8 que manifestó que nada. Con relación a la corrupción, cerca del 87% de la misma población manifestó estar muy en desacuerdo con que un servidor público utilice los recursos para su beneficio personal, 83.5% lo hizo en el mismo sentido con la recepción de sobornos y el 71.95% con el apoyo a amigos y familiares con empleos en su oficina.
Llama poderosamente la atención la falta de credibilidad en el Estado de Derecho y el imperio de la ley y, sobre todo, que no se condene totalmente las diferentes formas de corrupción abordadas. Estos resultados dejan en evidencia que buena parte de la población puede tolerar cierto grado de corrupción pese al rechazo que mayormente pueda tener a ciertas conductas pues considera que las leyes de igual forma, no son respetadas a cabalidad.
En la comparación entre la percepción del nivel de corrupción a nivel nacional comparando el gobierno actual y el gobierno anterior, el 23.4% de la población de 15 años y más menciona que ha aumentado, mientras que el 30.7% establece que ha disminuido. Por otro lado, el 38.2 señala que se ha mantenido igual de alto.
En cuanto a la posibilidad de disminuir la corrupción en México, el mismo sector de la población, en su mayoría establece esto como algo posible o muy posible, mientras que casi el 45% lo considera como algo poco o nada posible.
En cuanto al apartado de relaciones con individuos, asociaciones y poder público, se abordan 5 rubros:
- Solidaridad
- Asociacionismo
- Redes e intermediación
- Formas de resolución de conflictos
- Relación con la autoridad
A nivel nacional, 82% de la población de 15 años y más ha realizado alguna vez en su vida, una acción altruista. El 69.4% ha donado alimentos, medicina o ropa, mientras que el 57% ha auxiliado a algún desconocido. El 35% ha enviado mensajes por redes sociales para apoyar a alguien o alguna causa y el 28% ha donado sangre.
Ante el cuestionamiento de si alguna vez en su vida, ¿usted ha participado en algún grupo asociación?, el 18.5% de la población de 15 años y más respondió que lo ha hecho en una organización religiosa, el 22.5% en una asociación de padres de familia, el 19.4% en una organización deportiva mientras que sólo el 11.2% lo ha hecho en una organización vecinal.
El 78% de la población de 15 años y más manifestó no ser intermediario ni punto focal para defender una injusticia o resolver un problema ante las autoridades de su comunidad. Aunado a lo anterior, el 57% de la misma población, no conoce a un intermediario que le ayude a defenderse de una injustica o resolver un problema ante las autoridades de su comunidad.
Esto sin duda es preocupante, pues al no asumirse como actores de cambio ni protagonistas de sus propios procesos de desarrollo, la población se desentiende y limita su participación en la resolución de la problemática común y en la política en general. En ese sentido, es importante reforzar el conocimiento de los derechos civiles y políticos entre la población y difundir los mecanismos institucionales para hacerlos valer ante las autoridades garantes de los derechos de todas y todos.
Con relación a las formas de resolución de conflictos, el 52.8% de la población encuestada considera que es más importante mantener la tranquilidad, aunque la gente no pueda manifestar su inconformidad, mientras que el 39.1% considera que se debe permitir que la gente manifieste su inconformidad, aunque haya actos violentos.
Ante estos señalamientos, cabe destacar el amplio margen de tolerancia a posibles actos violentos que se relacionen con inconformidades de la población, sin embargo, también resalta el hecho de que la mayoría de la población prefiera permanecer en tranquilidad, aunque sea aparente, que manifestar su inconformidad y exigir los derechos que las leyes les reconocen.
Respecto a la relación con la autoridad, cerca del 10% de la población de 15 años y más considera que son los individuos los principales responsables de que todas las personas tengan cubiertas sus necesidades básicas, mientras que el 17.4% señala que es el gobierno el responsable. En la opción de ambos, se posicionó el 71% de la población.
Es importante señalar que es el gobierno, el garante de los derechos de todas y todos. No obstante, la idea de que la ciudadanía y el gobierno colaboren es adecuada siempre y cuando no se desentiendan las partes de sus obligaciones particulares.
En cuanto al apartado de participación, se abordan 2 rubros:
- Participación comunitaria
- Participación ciudadana
A nivel nacional, el 19% de la población de 15 años y más, declaró haber realizado algún trabajo voluntario por su comunidad o colonia en el último año. En contraste el 81% no lo ha hecho.
El 27% de la población de 18 años y más manifestó haber firmado alguna vez en su vida una petición para solicitar algún servicio o la solución de algún problema. El 22% manifestó haber trabajado con otras personas para resolver problemas de la comunidad y sólo el 18.5% señalo haberse reunido con autoridades alguna vez.
En este apartado, es claro que la participación activa en los diferentes espacios comunitarios dista mucho de lo que puede observarse en sociedades activas, solidarias y participativas. Por ello, es importante seguir promoviendo valores que destaquen la importancia de pensar en las necesidades colectivas más allá de las individuales para construir vínculos que unan a la sociedad y generen espacios comunes de sana convivencia.
En México 91.5% de la población de 18 años y más cuenta con credencial de elector vigente. Siendo las mujeres quienes tienen un mayor porcentaje respecto a los hombres en un 1.9%.
n cuanto a los partidos políticos con mayor simpatía para la población de 15 años y más, destaca MORENA con 21.7%, el PRI con 10.9%, el PAN con 10.3% seguido de PRD con 2.6%, 0.8% de Movimiento Ciudadano y Partido Verde Ecologista de México con 0.75%.
El 42.5% de las personas de 15 años y más está muy de acuerdo con la frase “El voto sirve para que haya un mejor gobierno” mientras que el 37.8% está algo de acuerdo. En contraste el 18.6% esta muy en desacuerdo y algo en desacuerdo con esta afirmación.
Respecto a la percepción sobre la frecuencia de acciones que impactan la legitimidad del proceso electoral, 52.3% considera que es muy frecuente la compra de votos, el 45% señala que es muy frecuente que el gobierno utiliza recursos públicos para favorecer a sus partidos políticos, el 41.8% respondió que es muy frecuente que los ricos compren las elecciones y el 25.1% menciona que es algo frecuente que se amenacen a los votantes en las casillas.
En este apartado es posible apreciar algunas de las ideas arraigadas que desacreditan al sistema de partidos y a la democracia electoral en términos generales. Mientras sigan ocurriendo estos nocivos sucesos, aunque de manera aislada, parte importante de la población no podrá aumentar sus niveles de confianza y satisfacción. Por ende, se vuelve imprescindible la erradicación de estas conductas antidemocráticas mediante la aplicación irrestricta de la ley.
En cuanto al apartado de representación, se abordan 2 rubros:
- Representación social
- Representación política
Con relación a la opinión sobre los derechos más importantes en un sistema orientado a la representación social, El 32.7% de la población de 15 años y más opina que un país con menos pobreza es prioridad, el 30.4% un país justo, el 21.7% un país más seguro y un 14.3% un país más igualitario.
En cuanto a la representación política, los encuestados de 15 años y más opinaron respecto al poder de influencia del ciudadano frente a actores de gobierno y en acciones políticas manifestando el 30.2% que está muy de acuerdo con que el voto es la única manera que las personas tienen para opinar sobre lo que hace el gobierno, el 30.2% de igual forma manifestó que a las personas del gobierno no les interesa mucho lo que las personas
piensen. Por otro lado, el 49.1% manifestó estar algo o mucho en desacuerdo con la afirmación de que la política algunas veces es tan complicada que las personas no entienden lo que sucede. Finalmente, el 11.1% de la población manifiesta estar muy de acuerdo con la expresión de que las personas como ellas no tienen nada que opinar sobre lo que hace su gobierno, y el 21.3% en el mismo sentido, está algo de acuerdo.
En virtud de la información analizada podemos establecer que la tarea de forjar a los hombres como buenos ciudadanos debe ser una prioridad para toda la sociedad mexicana. Para lograrlo, es indispensable la interiorización de una cultura política democrática entre la población porque si bien hemos logrado avances importantes en cuanto a la confianza en las instituciones electorales y los resultados de las elecciones, actores importantes como los diputados y diputadas, la policía, y los partidos políticos tienen bajos niveles de confianza y mientras esto suceda, el sistema democrático será cuestionado, lo que puede dar lugar a otras expresiones que promuevan actitudes antidemocráticas y autoritarias que afecten todo lo hasta ahora construido.
Bibliografía
IDEHPUCP. (2013). Obtenido de https://idehpucp.pucp.edu.pe/opinion/poliltica-y-chavismo/
INEGI. (2020) Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020.
IECDMX. (2019). Instituto Electoral de la Ciudad de México. Obtenido dehttps://www.iecm.mx/cultura-civica/
Jaeger, W. (1980). Paideia, los ideales de la cultura griega. México: Fondo de Cultura Económica.